Las intensas lluvias acaecidas durante la primera semana del mes de Enero del presente 2011, no sólo en España sino de forma generalizada en toda Europa, han tenido numerosas consecuencias más o menos significativas en numerosos puntos localizados de la geografía europea.
Atendiendo a la vertiente patrimonial, destacamos el caso de la antigua ciudad romana de Pompeya, situada en la Bahía de Nápoles, y que fuera enterrada por la violenta erupción del volcán Vesubio el 24 de agosto del año 79 d.C. Tal catástrofe, arrasó la ciudad, que fue literalmente engullida y sepultada por las lavas, hasta que en 1748 fuera redescubierta.
Como muchos de nuestros lectores sabrán, el actual yacimiento arqueológico es considerado como uno de los más importantes y ricos del mundo romano y antiguo, y así fue reconocido en 1997 al ser declarado Patrimonio de la Humanidad, gracias a su valor fundamental: constituye en sí mismo un retrato fiel y único de la vida de una ciudad romana del siglo I, gracias a que la erupción del Vesubio congeló la vida de la ciudad, conservándose desde la estructura topográfica original hasta la práctica totalidad de edificaciones de naturaleza pública y privada propias de una ciudad tan próspera y llena de vida como era Pompeya.
Pues bien, como veníamos diciendo, las lluvias también se han cebado con el yacimiento arqueológico de la antigua Pompeya, hasta el punto de haber provocado graves destrozos materializados en el derrumbe de edificios tan significativos e importantes como la "Escuela de Gladiadores", una pared de la "Casa del Moralista" o el "Pequeño Lupanar". Afortunadamente, ninguna de las paredes caídas contenía frescos, si bien tales acontecimientos han sembrado la alarma y una gran polémica y preocupación relativos al estado conservación del yacimiento arqueológico. Adicionalmente, este episodio ha trascendido al panorama político, como consecuencia de las numerosas quejas por el estado de abandono y dejadez de muchos yacimientos arqueológicos del país, y por la falta de fondos que el Gobierno destina a la conservación del ingente patrimonio del país transalpino.
Imagen de la "Domus dei Gladiatori" (Casa de los Gladiadores) con la fachada derrumbada a causa de las lluvias. Pompeya.
Os adjuntamos un par de links con la ampliación de la noticia:
Imagen de la "Domus dei Gladiatori" (Casa de los Gladiadores) con la fachada derrumbada a causa de las lluvias. Pompeya.
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